Solo un minuto


Vivimos en un mundo tan deprisa que no nos damos cuenta de todas las cosas que estamos perdiendo. Nos levantamos en la mañana, si es que tan solo hemos dormido algo. Nos levantamos de prisa porque ignoramos la alarma y nos tomamos el tiempo en la cama.  Nos lavamos la boca, nos bañamos y vestimos, pero no da tiempo a desayunar. Corres al carro porque ya en poco tiempo tienes que trabajar o estudiar. Te comes las luces posibles, te molesta con el que está en el auto de al lado y continuas tu camino. Llegas, pero no encuentras estacionamiento. Y cuando por fin llegas a tu destino te molestas con el jefe o el profesor porque hizo algo que para ese momento no era de tu agrado. Pasa el tiempo y ya quieres salir. Miras el reloj y siente que el tiempo se detiene, solo han pasado segundos desde que habías mirado el reloj por última vez. Por fin sales y te topas con que no le echaste gasolina al auto y estas en medio del tapón. Tu mundo se detiene nuevamente, no sabes que hacer que no sea solo maldecir. Llegas a tu casa y los problemas continúan, empiezas a pelear con tu pareja o con tu madre, con todos los que viven en la casa y piensas que todos están en tu contra, que todos te quieren presionar y hacer la vida cuadrito. Te encierras en el cuarto y te tiras en la cama, muy probable tomes el celular, porque hoy día nadie lee un libro. Comienzas a distraerte, bajas temperatura y te sientes mejor.
¿En qué momento te detuviste a pensar? ¿Cuándo respiraste profundamente para entender que sucedía? ¿Te das cuenta que todos se levantaron al mismo ritmo y por solo pensar en sí mismos su día fue peor? Cuando las cosas anden mal, ¡detente!  solo toma un minuto y respira profundo, veraz que sentirás mejor.

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