Visita inesperada

Y llegaste a mi puerta y no te sentí llegar.  Entraste sin tan siquiera tocar, así sin avisar.  Llegaste a mi vida, como ladrón en la noche que observa desde lo lejos.  A penas podía sentir tu presencia y fue entonces cuando me di cuenta tarde que ya te encontrabas ahí, abarcando cada espacio de mi corazón, acariciando cada parte de mi piel.  Rodeada de tus alas, me acurrucaste y me cuidaste, te convertiste en mi protector y luego en mi todo.  Te convertiste en mi consuelo de lágrimas, mi amigo y mi confidente.  Aun a tiempo para huir, decidí quedarme ahí, pues en ti encontré ese ser que pese a viento y marea, ante todos mis defectos decidió quedarse y luchar por mí. 

En mi vida han pasado muchas personas, pero pocas capaces de quedarse, de luchar por lo que quiere, de realmente mantener una amistad o un amor que valga la pena y tu in importar que dijiste presente.  Te convertiste en mi presente y mi futuro y la razón por la que quiero ser mejor persona.  Tú sacas lo mejor de mi y son muchas las sonrisas que aparecen cuando estas a mi alrededor.  Gracias por radiar luz, gracias por ayudarme a brillar, gracias por ser tu.

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