Lección

     Y te conocí. A primera vista me encantabas, producías eso que avivaba mi ser. Me provocabas todo ese mundo de curiosidades y misterios que tanto llaman mi atención. Fue pasando momentos junto a ti, nuestras vidas eran totalmente distintas. Tú tenías calle y yo sin saber nada de ella. Lo tenías todo y yo no tenía nada y aún así te fijaste en mi. Sacabas sonrisas donde habían lágrimas, provocabas felicidad donde había tristeza. Hacías que mi insomnio pareciera insignificante cuando estaba a tu lado. Aunque fuéramos tan distintos quería estar junto a ti. Quería conocerte y descubrir tu mundo mejor. Quería entender porque Dios te puso en mi camino. Te empece a querer, ya todo lo demás dejaba de importar. Solo esperaba tu mensaje matutino, tus llamadas y preocupaciones. Solo esperaba siempre verte entrar por la puerta del trabajo y ver esa sonrisa que tanto me encantaba. No se porque me gustabas tanto, no entiendo el porque, nuestra manera de pensar y ver el mundo eran diferentes y aún así quería experimentar. A tu lado, parecía una niña fresa, como si fuera la consentida de mis padres que me lo daban todo, la santa, la que nada malo había hecho en toda su vida. Yo de verdad quería, quería estar contigo, conocerte de verdad, saber si nuestras diferencias simplemente no serían obstáculos, pero no entender nada hizo que la vida nos separara, los malos entendidos ocurrieron, las palabras faltaron y ya no habían más sonrisas, buenos momentos ni felicidad. Había comenzado a quererte sin saber cuando, sin saber cómo y porque. Te extrañaba cuando no escribías, pero ahora te extrañare más al saber que ya no estarás. 

     Nadie sabe porque suceden las cosas en esta vida, solo Dios lo sabe, pero debemos aprender a vivir con ello. No es nada fácil, pero siempre encontraremos la manera de continuar. Las personas pasan por nuestra vida, unas vienen y otros van, pero se que no importa cuantas se queden o se vayan, siempre tendremos la oportunidad de conocer más personas que nos sigan enseñando todo aquello que aún desconocemos.